viernes, 5 de junio de 2009

Valiente, hasta la muerte


El domingo me enteré de una noticia terrible que, aunque era esperada desde hacía mucho tiempo, no dejó de causar conmoción a toda la comunidad escolar y, en personal, a los más cercanos.
¿La noticia? Andrew, mi alumno (por segunda ocasión) de 11 años, había sufrido un paro cardiaco después de una larga lucha de años y años contra el cancer.

Cuando conocí a Andrew fue en el 2006, cuando recién entré a trabajar a la primaria... le dí 2° grado...
Era un grupo hermoso, a pesar de ser pequeños eran muy responsables, algo terribles pero manejables (menos para los demás, según la directora)...
Había de todo: La estudiosa, el terrible, el payaso, el bromista, en gruñón, el antisocial, el enfermiso, siendo, por supuesto, Andrew este último.
Algunos al principio no entendían por qué a él no se le exigían ciertas cosas en Educación Física o en las actividades artísticas como eran los bailables o las tablas rítmicas, pero con el tiempo lo fueron entendiendo, aceptando y hasta lo cuidaban.
Todo el curso escolar lo pasó con muchas inasistencias pero estudiando mucho en casa, enviando sus tareas y echándole muchas ganas.

El período de tercer grado, aunque ya lo veía menos, sólo por los pasillos durante el recreo, me daba mucha alegría ver que ya contaba con más cabello, andaba corriendo y jugando con sus compañeros y con un semblante mucho mejor que el año anterior.

Este ciclo escolar, por algunas circunstancias en la escuela me fue propuesto tomar cuarto grado, a lo que acepté como un reto y con la alegría de volver a trabajar con un grupo tan bueno.
Me llevé varias sorpresas, el grupo estaba revuelto con el otro, ya no eran tan maravillosos (con la edad a algunos les había envuelto la flojera y la enajenación) y Andrew se encontraba en una condición más delicada.
Iba un día y faltaba dos semanas... a veces asistía cuando las evaluaciones en las que, si no sacaba diez, sacaba muy buenas calificaciones contando el número de inasistencias y de un trabajo solitario en casa.

Durante los últimos meses su condición iba empeorando, desde ser hospitalizado por malestares posteriores a las quimios, hasta una parálisis facial que le complicaba el habla y la socialización. Aunque disfrutaba mucho la escuela y ansiaba acudir, al final ya no le daban muchas ganas.
La última vez que lo vi fue la semana de regreso a clases después de la contingencia sanitaria, asistiendo un día para pasarse luego varios días en Mérida, empeorando su salud...

Por circunstancias no fui al velorio ni al funeral, pero fui a ver a su mamá quien me contó algunas cosas de Andrew.
Desde sus ansias por ir a la escuela aún sin poder, hasta los ánimos que él mismo le echaba a la madre y la familia con su ya característica frase personal "Mami, valiente hasta la muerte"...
Me contó lo preocupada que se sentía por un amigo de Andrew que, según me enteré en ese momento, lo iba a ver a diario, se la pasaba toda la tarde con él haciendo tareas o jugando y hasta lo había defendido a golpes en la escuela de aquellos que habían atrevido a burlarse de su condición.
A él también lo fui a ver, un niño solitario, de los etiquetados como terribles... pero con un gran corazón.

Dedico este post a todos aquellos que hacen gala de sus dones de amistad, compañerismo, solidaridad y que, día a día, con sus acciones y actitud llevan a cabo el lema del pequeño Andrew: "Valiente, hasta la muerte".

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10 comentarios:

SAFIRO dijo...

Que Dios lo tenga en la Gloria y descanse en paz, el pequeño y valiente Andrew.

Leía con cierto pesar tu escrito y recordaba situaciones, no tan lejanas con mi hijo.
Te conté, que a los 21 años enfermó, y se tardó tiempo en entender que pasaba con él, eran confusos los síntomas.
En ese casi año, y antes de descubrir los tres tumores en su cabeza, lo vimos pelear como un gigante, cada día se deterioraba más su salud y sus fuerzas lo abandonaban, lo único que nos pedía, era que lo ayudáramos a caminar un poco por la vereda. Los vecinos me ayudaban, ya al final casi cargado en los brazos de algún amigo.
Él nos daba ánimos, contagiaba su pelea. Pudo salir del trance, luego de operaciones, Quimio, Rayos, tiempo y por sobre todo su voluntad.
Actualmente, trabaja como administrativo en una empresa, estudia cosas de sistemas (Es lo suyo, aún enfermo estudiaba) tiene novia y lleva una vida normal-con controles médicos-
Estas situaciones límites, dejan ejemplos para los que rodeamos a estas personas.
La importancia de la vida, por sobre todas las cosas, la lucha, la pelea diaria. Mi hijo agradecía y valoraba hasta la gota de lluvia que le tocaba la cara.
Hoy agradece cada mañana su día nuevo y yo los valoro más que antes.

Lamento que Andrew se fuera tan temprano, por su madre, su familia...pero, si su enfermedad no tenía solución, ya no sufrirá más y estará en paz y con Dios.
También en un momento ví cerca esa posibilidad, firmé para una operación de riesgo y sólo me quedé rezando.
Ciertas situaciones te van preparando con resignación, a lo que la vida y Dios dispongan.

No hay dolor más grande que ver sufrir a un hijo.

Perdoname, me dejé llevar, pero seguro es que el pequeño Andrew, está descansando y sin sufrimientos. Su mamá también encontrará consuelo en esa verdad.

Mi sentido pésame para su familia por la pérdida.

Un abrazo

M. J. Verdú dijo...

En mi post de agradecimiento te dejé unos detalles

celebrador dijo...

Muy bonito moceta, muy bonito

Ivy Miranda dijo...

Un abrazo muy sentido amiga; Te quiero!

Mariluz Barrera González dijo...

ES DIFICIL SEGUIR VALIENT HASTA LA MUERTE... A VECES SIENTO QUE LA MUERTE DEL ESPIRITU LLEGA ANTES QUE LA FISICA... CREO QUE ANDREW NUNCA MURIO EN ESPIRITU....

UN ABRAZO.

Soco Barrera dijo...

Te quiero mucho.....

Soco

williamson dijo...

HOLA PASE A SALUDARTE ME PREGUNTO PORQUE LA MUERTE? QUE NOS ENSEÑA ? QUE NOS MUESTRA? QUE TRATA DE DECIRNOS ? Y PORQUE ESTAS PERSONAS QUE CONOCEMOS POR UNOS INSTANTES SE VUELVEN TAN ESPECIALES EN NUESTRAS VIDAS, TAMBIEN QUERRAN DECIR ALGO? PERDONAME HE TENIDO TANTA TRISTEZE QUE SE ME SALE A CADA INSTANTE, PAS A SALUDARME TE EXTRAÑO AMIGA VIRTUAL AUNQUE SUENE RARO QUIERO ESCUCHAR TU VOZ....

Unknown dijo...

hay quienes a su crta edad nos dejan mucho.....una oracion para Andrew

Tessitore di Sogno dijo...

Que conmovedora historia, querida amiga. Ni necesidad hay de decir que ahora es un angelito porque ya lo era desde que estaba aquí con nosotros.

Cuando me entero de historias como esta no dejo de entrar en dilemas existenciales preguntándome cómo es posible que seres tan humildes y bondadosos de corazón vengan a este mundo a sufrir tanto siendo que hay tantas personas que dedican su vida acaparando riquezas materiales y vicios mundanos. Uno no puede evitar subrayar la desigualdad tan grande que hay...

Quizá lo mejor que deja es la enseñanza de quienes le conocieron o que al menos llegamos a conocer su historia para valorar más la vida, y lo afortunados que somos, para sensibilizarnos un poco y tratar de ser más humanos y desprendidos, ayudando a los que menos tienen.

Estoy apenado contigo por tardar tanto en escribirte, sabes que he pasado momentos tristes y aunque ya estoy mejor a veces ni de escribir he tenido la fuerza, ahora que estoy aquí no me pierdo la oportunidad de decirte que a pesar de no conocerte te quiero mucho y que eres una gran amiga, una rosa azul.

Gracias por tus hermosas palabras que me dedicaste, esas me las guardo en el corazón, atesorando cada una como un críptico que desde que le he leído atesoro en mi corazón y llevaré por siempre, especialmente en los momentos tristes.

Un abrazo muy fuerte.

Héctor dijo...

Querida Adda:

Muerte hartante, pesada, dolorosa, inespereda, esperada, deseada, odiosa, lastimosa, burlona,...que a veces significa descanso.

Un abrazo.

Yo.