martes, 13 de octubre de 2009

Corazón Barroco

Desde antes de la fecha de su aniversario luctuoso ha estado presente con detalles, acontecimientos, personas que de alguna u otra manera me lo mantienen de manera constante en la mente. Que si el disco que hicieron por su aniversario, un compañero de trabajo que por casualidad lo tiene, que si hablan de música y grandes voces y alguien se acuerda de él... Hoy, sin querer abrí la consola de los cd's, lo regresé a su lugar y empezó a reproducirse de manera automática uno de mis discos favoritos que ni soñando recordaba que estaba ahí: Farinelli, el soundtrack. Cómo no pensar de nuevo en él???
Mi Panchis querido me ha hecho pensar en cosas que dan vuelta en mi cabeza como un carrusel...
Y disfrutando Lascia ch'io pianga, comienzo esta entrada.

Siempre he sido una persona que dice que no le tiene miedo a la muerte, de alguna manera me significa algo tan natural, algo que no puede ser peor que muchas de las cosas que se sufren en vida; espiritualmente creo que es una transición y que de alguna forma quizá será bella.
Sin embargo, lo que sí me cuesta trabajo superar es el hecho de perder a personas queridas, de sentirlas lejos, de sentir que me quedo como sola en una dimensión desconocida o al menos diferente de la cual ellos se encuentran. Es como estar en países diferentes, en galaxias diferentes, es una sensación como cuando vas a una fiesta y de repente se fueron tus acompañantes y te percatas de que el resto de la gente son puros desconocidos, te son ajenos...
Empezar a conocer, a confiar, a romper barreras, uf, me mata, me cuesta un trabajo impresionante que, aunque he podido trabajar desde hace un buen tiempo, me sigue significando insuficiente, quizá al comparar o recordar el cómo me sentía en otras estapas de mi vida y con personas muy concretas como mi papá.
El problema no es lograr ser sociable, con eso puedo muy bien, el problema es el poder sentir con alguien ese click, esa conexión, afectiva, espiritual o como sea que se le llame, ya sea en forma de amigo, de pareja sentimental, de compañero, lo que sea...
Será que es algo que sólo existe en mi cabeza? Eso que algunos llaman alma gemela, o quizá lo que otros llaman ángel o tal vez hadas, energías o lo que sea... Existirá un alma que comparta con la propia o tenga una similitud tal como si fuera una misma?

En fin, algo de esto ha de existir, puede ser que no he estado lo suficientemente dispuesta o he sido terriblemente distraida o de verdad soy de otro planeta... Como sea, el camino continúa y mejor cada vez.

Chin, me siento muy dalay... eso sí es raro.

Besos de hadas para todos los que tienen un pedazo de mi Corazón Barroco por el sólo hecho de existir y ser.

3 comentarios:

Unknown dijo...

Quien sabe que será, pero es bueno que ahora lo veas con tranquilidad, que para estas cosas la calma es lo mejor..abrazos!

Ivy Miranda dijo...

Yo creo Amiga que es algo más común de lo que piensas; a mi me ha pasado, me siento sola en el mundo; como si nadie fuera capaz de entender todo lo que yo quiero expresar, algo así, no?

Un abrazo.

te quiero

Anónimo dijo...

Estimada señorita:
Puesto que ambos compartimos la misma atracción por la obra del genial autor alemán Michael Ende; Momo, es mi ilusión invitarla a leer mi humilde ensayo acerca del libro en cuestión, ejercicio que se prolongará a lo largo de varias semanas y que iré publicando en mi humilde blog.
Espero que sea de su agrado este viaje, que lejos de ser únicamente expositivo también intentará ser interpretativo. Sobra decir que sus aportes enriquecerán esta sencilla labor de crítica literaria.