jueves, 29 de abril de 2010

Pues si me muero, ni modo

La muerte... Tan odiada, tan temida, tan sufrida. Son algunas de las sensaciones y reacciones que causa nuestra vieja amiga "La Catrina"...
En lo particular no creo ser una persona que le teme a la calaca, el hecho de pensar en morirme no me causa pánico ni desesperación; me causa otras cosas: tristeza por una pérdida, tristeza por ver a alguien sufriendo por alguien perdido, sobre todo si es un niño.
Hace unos meses hablé con la mamá de una alumna que siempre se ha caracterizado por apoyar muchísimo a sus hijas (he sido maestra de dos de ellas), de las pocas madres que ha asistido a cuanta junta o cita se le ha convocado y ha cumplido sin una sola queja en lo necesario para bailables, material, libros, etc., a pesar de ser de recursos económicos limitados. Sus hijas son niñas peinadas, perfectamente limpias y arregladas, con un sustancioso lunch a la hora del recreo... Platicaba con ella respecto a que su hija que recibe apoyo psicopedagógico (al igual que sus hermanas en su momento) difícilmente pasaría al siguiente grado si se continuaba con el apoyo en casa que evidentemente había disminuido de forma drástica. Me decía que había estado enferma y tenido mucho trabajo (tengo entendido que trabajaba limpiando y lavando en casas) y el esposo...pues... Era la clásica familia en donde la responsabilidad de los hijos es de la mamá así como la del papá ser un proveedor; aunque en un caso como este si la mamá también trabaja, pues sólo es circunstancial, total, es la mujer.
Me llamó mucho la atención su respuesta: "pues ni modo", quizá porque yo esperaba la que siempre daba en casos como estos en los que se comprometía en apoyar más, estar más pendiente, etc. Entonces le pregunté por el papá, que si en casos de exceso de trabajo de ella o de enfermedad, no echaba la mano con las hijas a lo que contestaba que él tenía que trabajar y no podía por el trabajo... No me acordaba de esto pero ayer una compañera (la de USAER) que también había notado la falta de apoyo hacia la niña me recordó que le hice el siguiente cuestionamiento a la señora: "¿Y si usted se muere?" A lo que ella me contestó "Pues si me muero, ni modo"...
Hace unas cuantas semanas me enteré que estuvo internada y después en Mérida por haber estado muy mal, le detectaron Leucemia... Y tristemente ayer me recibieron con la noticia de que falleció...
Pienso en estas niñas, Bendito sea Dios la más grande (que está en secundaria) es bastante responsable y siempre ayudó mucho a su mamá...
A mi alumna, hasta ahora no la he visto, hoy pasaré a verla...
Mientras el resto del grupo pasará feliz su día del niño, aún con sus broncas y todo... pero ninguna comparada con este dolor...
Y pensar que yo algunas veces he dicho: "Pues si me muero, ni modo".

Besos de hadas.

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martes, 27 de abril de 2010

Extranando...

Pepe, te extraño tanto...
Te confieso que a pesar de que nunca, a lo largo de toda mi vida, o al menos la mayoría, creí tener algo que reprocharte, en ocasiones he pensado que si, que si ha habido algo...
Siempre he amado los ideales que me transmitiste, ese espíritu sonador y luchador, ese gran corazon que solo sabia amar, perdonar y dar nuevas oportunidades... A veces lo he odiado, a veces lo he hecho... Al traerme decepciones, dolores, los mas grandes de mi vida, una y otra vez...
Y sabes? Alguna vez paso por mi mente reprochartelo.... Pero ya no...
Porque aun con dolor, mi corazon no se ha minimizado, ha sentido profundamente, ha amado como nunca, sin lograr odiar... Como el tuyo...
A veces quisiera poder hacerlo, sin conseguirlo, entonces doy gracias por esos sentimientos puros que solo han podido transformado en bellos recuerdos que, aun co. Dolor o melancolía, han sido VERDADEROS... Como tu...
Te extranare siempre, y me haras falta cada día de mi vida...

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jueves, 22 de abril de 2010

Resistencia

Hay algunas cosas en las que creo tener mucha fuerza de voluntad o resistencia, sea cual sea la expresión que pueda resultar más adecuada... Cosas ante las que me rindo o me dejo rendir con facilidad, pero que si me lo propongo mi decisión es inquebrantable...
A pesar de mi adicción, he logrado resistirme a la tentación de:
*Comprar un libro...
*Comprar un DVD...
*Comprar un CD...
*Comprar un hada...
*Fumarme un cigarrillo. :)

A pesar de mi intolerancia, he logrado resistir a la tentación:
*De dar una opinión inmediatamente la pienso...
*A ser demasiado dura o directa en mis posturas...
*A hacerme un prejuicio de algo que pasa o dicen...
*A reclamar ante algo que me incomoda o no soporto...
*A esperar con cierta paciencia aunque sea extremadamente descarada la in puntualidad...

Hay algunas cosas a las que definitivamente no me puedo resistir, aunque lo intente y razone pensando que no soy mala si no quiero o puedo... Pero que al final el supuesto no quiero desaparece y caigo rendida a los pies de la circunstancia...
*Ante una carita que llora diciéndome que le tiraron el desayuno... O a la triste expresión del que ni siquiera trajo desayuno por falta de dinero...

Mamá me cuenta que desde la primaria no me resisto a esto...
Alguien le puede dar un recado de mi parte a mi vieja???
"Mamá!!!!!!: Sigue igual!!!!!!"

Besos de hadas...
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viernes, 16 de abril de 2010

Tolerancia

Cada día algo nuevo... Ahora viviendo una aventura donde mi tolerancia se pone en juego una vez mas... Tolerancia a la impuntualidad, al cinismo, a la comodidad, a la flojera, a la desfachatez, al egocentrismo... A mil cosas que muchos tienen, y yo misma en menor o mayor medida a la que lo detesto, en quienes lo detesto... Quien dice que ser un pequeño apoyo no es nada? Se juegan tantas cosas también!!! Se aprende, se aprecia, se vive... En la medida que nos lo permitimos...
Quiero permitírmelo y le agradezco a los mas "grandes" que yo, por la compañía y el sostén...
Besos de hadas.
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martes, 13 de abril de 2010

Recreo

Hora del recreo, veo por la ventana a los niños jugar, comer, platicar... Unos solos, otros jugando en grupo... Me pregunto: ¿En qué momento nos volvemos complicados?...
Los niños preguntan libremente, expresan lo que sienten, lo que necesitan, si algo no les gusta, si algo les hace feliz...
¿Cuándo perdemos la capacidad de transformación, de conversión, de flexibilidad, de libertad?... ¿Cuándo empezamos a suponer, interpretar, a pretender pensar por los demás?...
Entonces cuidamos lo que decimos, lo que expresamos, lo que hacemos, incluso hasta lo que pensamos como si estuviésemos rodeados por detectores de pensamientos que nos juzgarán y condenarán... Lo que nosotros hacemos...
Se acaba el recreo como se acaba la niñez y todas sus virtudes con ella...
Ciao

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